Como temía, y deseaba, era Marta la que llamaba. Aunque era la voz de Marta la que sonaba en el auricular, era Mateo quien hablaba y me contó que ya no luchaba con Marta para escapar, pero que ella no le dejaría marchar hasta que hubiera absorbido la última gota de su fuerza vital y que su ser poco a poco se iba disolviendo en la nada.
Pero que no debía preocuparme porque iba a suceder algo
maravilloso. Él había llegado a un acuerdo, le conseguiría un cuerpo sano y a
cambio ella nos enseñaría como entrar a un paraíso de sensaciones y vivencias
que jamás hubiéramos podido ni imaginar. Me dijo que me diera prisa porque
quedaba poco tiempo para que todo acabara y que me esperaba en la azotea de mi
bloque.
Sabía que era una trampa, pero no me importaba. Era el
momento de arriesgar todo por la persona a la que amaba y si reaccionaba rápido
tal vez podría salvar a Mateo, aunque ello me costara la vida.
Con esta mínima esperanza subí corriendo hasta la azotea.
Allí estaba Mateo en el cuerpo de Marta asomado al abismo. No se alegró al
verme. Me miró con pena y me dijo. “Lo siento mucho, ella me ha obligado a llamarte, no tengo
fuerza vital para resistirme y quiere robar tu cuerpo. Y yo voy a ayudarla”
En ese momento vi como Marta se ponía en pie y saltaba al vacío.
Un rápido cálculo me aclaró que eran 80 metros de altura y
por tanto 4 segundos de caída libre.
Sólo tenía 4 segundos para
utilizar mi poder de bodyhopper y actuar.
Quedaban 3 segundos y
había disparado mi alma hacía el cuerpo de Marta que caía velozmente.
Quedaban 2 segundos y
estaba dentro de su cuerpo intentando controlarlo, pero allí había 2 almas.
Debía echar una fuera y tomar su lugar.
Quedaba 1 segundo y
ya había decidido. Sentí la fuerza vital de Mateo y lo expulsé fuera del
cuerpo. Era el último favor que le hacía a mi amado. Sentí como su alma abandonaba
el cuerpo de Marta y viajaba hasta mi abandonada carcasa en lo alto de la
azotea.
Apenas quedaban unas décimas cuando escuché como se reanimaba mi antiguo cuerpo y
asustado pude oír sus gritos de felicidad. Al mismo tiempo sentí como me
abrazaba amorosamente el otro alma que ocupaba el cuerpo de Marta. Era un alma
seca, sin fuerza vital pero que en esos breves instantes se unía amorosamente con
la mía.
El dolor era terrible. Sentí como se rompían todos los
huesos en mi cuerpo y como me estallaban los pulmones al estrellarse contra el
suelo. Mientras tanto la voz de mi amado me susurraba en mis sangrantes oídos:
“No podías sentir mi fuerza vital porque ese demonio la había absorbido, ahora
tiene tu cuerpo y mis poderes para seguir matando y robando cuerpos”
No me importó. Ahora comprendía lo que Mateo había pactado
con el ladrón de cuerpos. Era el trato más ventajoso que jamás se había firmado.
Algo que sólo podía conceder un ser tan desquiciado y poderoso como Marta.
Mateo había pactado la muerte más dulce. Un solo cuerpo con
dos almas unidas en el último segundo, en el último instante, en un momento
eterno de felicidad absoluta.
Me gusta la segunda parte, creo que esta historia ya la había leído; en tu blog en diferente expectativa.
ResponderEliminarCreo que no, Vane.
EliminarHe escrito tantas captions que la temática a veces se parece. Pero no recuerdo haber escrito ninguna como esta.
GRACIAS por haberme leído y recordar
Me encanta el final
ResponderEliminarGracias Oswaldo. Se agradece mucho el comentario.
ResponderEliminarBuenas caps siniestras
ResponderEliminarMe gusta mucho esta historia ojala escribas más
ResponderEliminarMe gusto mucho, como siempre tentando a la muerte
ResponderEliminarMore possession and bodyhopper captions these are good
ResponderEliminarI do the ones that I enjoy the most and I hope that the more I like them, the more my readers like it
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