La vida es insoportable. No sé qué le he hecho a Dios para
merecer esto.
Ayer me torcí el tobillo cuando paseaba por mi palacio de
Sevilla. No os lo vais a ceer, pero alguien como yo tiene sufre el dolor igual
que la chusma que habita este planeta. Una de mis sirvientes me dijo que mis
zapatos estaban mal balanceados. El zapato izquierdo tenía un tacón de 0,2 cm
mas alto que el derecho. ERA INCREIBLE, NO PODÍA PERMITIRLO. Inmediatamente
ordené a mi equipo legal que compraran la fábrica de calzado y la cerraran.
Pero antes le di instrucciones detalladas para que la hundieran en bolsa y
arruinar a sus propietarios.
Cuando las acciones de la empresa comenzaron a bajar me
pidió una entrevista el administrador único en mi despacho. Yo estaba con el
pie escayolado y unos dolores tremendos. El pobre hombre me pidió clemencia y
perdón y yo le respondí que no. Luego me rogó que no despidiera a sus
trabajadores y le repetí el NO. Por último, me dijo que tenía mujer e hijos,
que por favor tuviera piedad y de rodillas me enseñó sus fotos. Esta vez callé.
La mujer de ese tipejo erra vulgar y sin clase, su hijo mayor parecía anodino y
poco inteligente, pero su hija menor, era una auténtica belleza. Una
preciosidad de 17 años con el pelo rubio y unos ojos azules inmensos. Me dijo
que se llamaba Marina y que era la alegría de su vida. A mi me quedaban 2
semanas con el pie escayolado, si que se ocurrió un trato que podía ser muy
beneficioso para ambos. “Durante dos semanas puedo cambiar de cuerpo con su
hija, ella sufrirá mis dolores y el tiempo de reposo y a cambio yo retiro la
OPA y permito que su empresa subsista”
Por supuesto que aceptaron, nadie rechaza una oferta mía.
Esa misma tarde mis abogados prepararon un contrato de alquiler del cuerpo de
la hija por 2 semanas a cambio de no cerrar la fábrica. Y al día siguiente los
neurólogos realizaron el intercambio de cuerpo. Estuve 6 horas dormido, pero
cuando desperté me sentí mejor que nunca. Estaba completamente lleno de fuerza,
energía y vitalidad. Contemplé mi nuevo cuerpo en el espejo y confirmé que otra
vez había triunfado en mis adquisiciones.
No quería llamar la atención así que me puse la misma ropa
con la que ella llegó al hospital y llamé
a su novio (Paco) para ir al cine. Cuando le conté a u novio que quería al cine
me puso una cara rara y me dijo que me iba a enseñar otro tipo de película. Lo
acompañé a su casa, me invitó a entrar, me sirvió una copa y me dijo que lo
acompañara a su habitación que me iba a enseñar el tipo de películas que le
gustan.
Ha sido uno de los días, tardes, noches mas maravillosos de mi
vida, jamás imaginé que el cuerpo de una mujer pudiera sentir esas cosas y
tampoco podía imaginar los sitios en los que es capaz de meter su lengua Paco.
Esta mañana desperté temprano y fui corriendo a casa de Paco para que me
enseñara la segunda parte de la película. Me he comprado para esta sesión palomitas, un
tanga negro y un consolador rojo todos ellos comestibles y que espero que nos sirvan
de alimento para otra intensa sesión de sexo.
He asistido a la sesión 3ª, 4ª, 5ª, 6ª y 7ª con Paco y cada
vez lo hace mejor. Quiero asistir al menos hasta la 10ª sesión por lo cual le
he pagado 100000 € al padre de Marina por una semana más en el cuerpo de su
hija.
Es increíble lo rápido que pasa el tiempo cuando se asisten
a este tipo de sesiones de cine. He llegado a la 12ª sesión y le he pagado a
Marina un millón de euros por dos días mas en su cuerpo. No quería pero tampoco
he podido dormir en esos dos días,, Paco dijo que necesitaba un especialista en
efectos especiales e invitó a su hermano a nuestra película. Lo primero que hice fue ver esos efectos
especiales, después los toqué y finalmente los disfruté durante las 48 horas
siguientes. Le he ofrecido a Marina la mitad de mi fortuna por un día mas en su
cuerpo y por suerte ha aceptado. Es el dinero mejor gastado de mi vida. Nunca
olvidaré lo que he sentido esas horas.
Marina se niega a seguir prestándome su cuerpo, dice que ya
tiene bastante dinero para vivir dos vidas completas. Le he ofrecido el resto
de mi fortuna por seis horas más. Se ha negado. Por cuatro, se ha negado. Por
una hora, se ha negado. Por 30 minutos, por 10 minutos, por un minuto y se ha
negado. Finalmente le ofrecí todo mi capital en bancos, mis propiedades y mis
acciones a cambio de un beso de su novio. Y aceptó.
Soy feliz, por fin mi vida tiene sentido, ese beso de un
segundo ha merecido gastar todo lo que he ahorrado en 50 años de trabajo. Ahora
mismo sólo deseo la muerte para cambiar mi estancia en el paraíso por otro beso
de Paco.
Fracaso rotundo de ese tipo jaja
ResponderEliminarHola Oswaldo.
EliminarNO creo que sea un fracaso cuando se consigue lo que mas se busca
Me gusta, siempre quieren pagar todo por algo tan insignificante
ResponderEliminarA veces las cosas mas insignificantes son las mas grandes, kari
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