Yo soy la nueva Cenicienta y tengo que aclarar que la
historia no es como la han contado.
Es cierto lo del hada madrina y lo del Gran Baile y la magia
que desaparecía a las 12 de la noche. Y que la antigua Cenicienta tuvo que irse
corriendo cuando llegó medianoche. También es verdad que durante la carrera perdió
un zapatito. Es cierto que el príncipe lo recogió, y aquí es donde comienza la
leyenda. El zapatito no era de cristal y tampoco era ridículamente
pequeño. Tan sólo era un zapato normal
pero que guardaba la magia de la cenicienta, su personalidad y su cuerpo.