Hacía años que quería crear un gran blog de captions. Quería
ser el responsable de un blog que fuera seguido por miles de personas y donde
la gente me admirara y dejara comentarios elogiosos. Pero no lo conseguía. Pensaba que tenía suficiente talento, pero quizás
no supiera atraer visitantes o simplemente no le gustaban mis captions a los
lectores. Y eso me cabreaba y mucho.
No soportaba ver como mi blog apenas tenía una decena de
visitas mientras que otros blogs que estaban peor diseñados, con captions más
rutinarias y que repetían el mismo tema se posicionaban en lo alto de los
buscadores.
La envidia me corroía por dentro. Necesitaba saber porque
pasaba esto. ERA INJUSTO. Pero yo había diseñado un método para descubrir
porque sucedía esto. Como solo hablo español escogí el blog con más éxito de la
red de captions en castellano, el blog “karinabodyswap”: No era exactamente lo
que buscaba. El blog está bien escrito, tiene bastantes colaboradores e incluso
hay trabajos de Photoshop. Pero ese blog tenía miles de visitas diarias y mi
objetivo era entender como lo lograba. Ahora debía ingresar al blog, pero no
como lector, quería ser el administrador de la página. Pero el problema era que
solo tiene una administradora principal y esa es “Karina”. Esto debería ser un
problema, pero no lo era para mi ambición. Porque yo sabía cómo lograrlo. Me iba aprovechar de la costumbre de Karina
de publicar trabajos de colaboradores. Así que creé una personalidad falsa de
facebook y usándola me hice amigo de Karina. Allí le abrí un chat y le conté
una historia lacrimógena en la que le decía lo mucho que me alegraba de
conocerla, que era su admirador, que la quería mucho y que deseaba colaborar en
su blog. Le rogué por favor que me permitiera publicar alguna caption en su página.
Por momentos parecía sospechar que yo no carecía del talento suficiente para
escribir algo que fuera digno. Tenía que convencerla, que no dudara de que era
una persona honrada, así que le dije que no tenía ningún compromiso, que yo le
enviaba las captions por correo, ella las leía y si le parecían buenas podía
publicarlas y si no le gustaban podía borrarlas. Por fortuna se tragó mi
mentira y aceptó. Y además cometió el error de darme su dirección de correo y
allí envié mi trampa. Era un simple mensaje que simulaba contener captions pero
que en realidad era un archivo ejecutable camuflado como una imagen “jpg”. Ella
leyó el correo y cuando fue a abrir las imágenes para verlas activó el archivo
“exe”. Se ejecutaron una batería de archivos que activaron la webcam y el
micrófono de su ordenata, pero los hicieron funcionar en el rango ultravioleta
y de ultrasonidos de tal forma que eran capaces de detectar la fuerza vital de
una persona, y por medio de algoritmos matemáticos convertirla en una cadena de
bits y remitirla a un servidor externo que a su vez la remitía al cliente del
programa que poseyera las claves de encriptación. En pocas palabras, absorbía
el alma de Karina y la enviaba por los distintos nodos de Internet hasta que
llegaban a mi ordenata. Esta era la parte fácil. El momento genial llegaba
cuando la clave de desencriptación del ánima de Karina era la de mi cadena de
ADN, de esta forma su ánima se veía obligada a ocupar mi cuerpo y mi alma era expulsada
del mío pudiendo viajar por Internet hasta ocupar el cuerpo vacío de Karina.
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