He tardado en terminar esta serie,pero hoy lo hago.
Quería aclarar un poco el argumento ya hacerlo menos espeso.
Y ha salido la cap mas negra que probablemente haya escrito.
Quería aclarar un poco el argumento ya hacerlo menos espeso.
Y ha salido la cap mas negra que probablemente haya escrito.
Puede que hiera alguna sensibilidad, así que aconsejo que no la leas si eres un alma susceptiblede ser poseída.
Los días fueron pasando, se convirtieron en semanas, las
semanas en meses y yo seguía preso en el alma de Artai. Me alimentaba con el
dolor ajeno y disfrutaba las delicias del tormento y la dominación. Mi alma se
había corrompido por la podredumbre que me rodeaba e iba evolucionando en
sentimientos que nunca había sospechado que pudiera tener.
Me resultaba
especialmente delicioso el sufrimiento de mi hijita, ya no necesitaba ver a
través de los ojos de Artai para saborear su decadencia y su desesperación. Se
me despertaron nuevos sentidos, conocí que el placer más absoluto, el único que
es puro y el más auténtico se alcanza a través del dolor y la autodestrucción.
Era mi única frustración, saber que podía alcanzar la gloría cortándome las
venas o bebiendo la sangre de mi hija amada y no podía conseguirlo porque no
tenía cuerpo físico, era tan sólo un prisionero en el alma de Artai.
Recuerdo que por primera vez le grité, le pedí ayuda, que se
acordara de su prisionero y le concediera un cuerpo humano para mutilarlo.
Y Artai me escuchó. Hubo un momento, en un tiempo
indefinido, en el que se iluminó mi prisión inmaterial. Por primera vez pude
tener sentimientos propios, pude abrir mis propios y ver como Artai se
materializaba dentro de su propia alma. Este demonio era tan poderoso que podía
vivir y controlar el infierno que era su alma. Extendió los brazos y cruzó las
piernas y flotando como un crucificado se acercó hacia mí. “Sé lo que quieres hijo mío, ven y toma de mí,
porque es mi sangre que es derramada por ti” Una gran herida se
abrió en su pecho y un gran chorro de sangre manó a grandes borbotones. Me
acerqué a él y como si fuéramos dos amantes en celo me agarré a su cuerpo
desnudo. Saboreé con mi lengua el sudor de su carne hasta que llegué a su
herida y con fruición y deleite bebí su sangre en unos instantes que
expandieron mi conciencia y me hicieron sentir como si fuera universal y
eterna. “la sangre es la vida,
pensé, y ahora voy a vivir de nuevo”
Tanto era el deleite, tan inmenso fue el gozo que de nuevo perdí
el control de mis sentidos. No sé cuanto tiempo permanecí sumergido en ese mar
de orgasmos inorgánicos, pero de pronto pude sentir el frío suelo bajo mis pies
descalzos, la sangre en mis venas y el pelo sudoso sobre mi cuello. Abrí mis
ojos y contemplé extasiado la inmensa belleza de mi hija. Ahora yo estaba en su
cuerpo y ya no necesitaba alimentarme de su dolor y desesperación porque yo era
ella.
Miré mis manos, tan finas y delicadas, tan bellas y tan
frágiles que sentí la inmensa necesidad de arrancarme un dedo. Abrí la boca y
mordí fuertemente. El dolor fue espantoso, no podía soportarlo. Este no era el
paraíso que me había prometido Artai. No había placer en el sufrimiento, solo
fracaso y dolor.
Justo en ese instante entró mi viejo cuerpo, el cuerpo en el
que yo había nacido, a la habitación y dijo:
“Ven hijita mía haz feliz a tu padre, mientras se bajaba la
cremallera del pantalón”
Horrorizada miré mi viejo cuerpo, ya no era el hombre bueno
y amante que había sido durante tantos años. Ahora era un ser bestial que se
disponía a atormentarme el resto de mi vida. Y a mostrarme que el placer en el
sufrimiento sólo existe en el infierno de su alma y yo había sido expulsado de
ese paraíso.
Me sonrió sádicamente y pude ver en sus ojos el brillo del
alma de Artai.
Woo no me esperaba esto buen final
ResponderEliminarGracias Oswaldo, agradezco tu opinión.
ResponderEliminarLa verda es que quería aclarar un poco la serie y la he terminado mucho más oscura de lo que esperaba.
Buena historia
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