Milagro (2ª PARTE de 2)

hace unos días publiqué la caption "Milagro en esl Hospital". estaba ideada para concluir la historia en una sóla cap (Incluso publiqué mi propia lápida para enterrarla). Pero un contacto me retó a que hiciera una segunda parte.
Y lo he intentado. Me gustan los retos que son casi imposibles de lograr (al menos para alguien tan torpe como yo)

Yo tenía en el cuerpo de un ángel, pero no lo era. Un cuerpo que no correspondía con mi alma humana. Era una frustración continua intentar aparentar lo que no sentía, por tanto, decidí ser de nuevo humana e ideé un plan para conseguirlo. Ya que tenía el cuerpo de un ángel, me comportaría como el ángel de la muerte.

Manu era el tipo más rico del pueblo. Un terrateniente acomplejado y supersticioso que había dedicado toda su vida acumulando dinero para que la vida de su hija Marta fuera un paraíso. Marta era la típica niña rica que lo tiene todo, una belleza natural con el pelo rubio y el alma negra. Si quería volver a ser humana era la elección más evidente. Solo había una condición, su padre debía ofrecerme el cuerpo de su hija para que yo viviera en él, y debía hacerlo por su propia voluntad. Y sabía cómo obligarle a hacerlo.

Manu tuvo esa noche una pesadilla. En ella aparecía yo y le decía que antes del amanecer iba a matar a la mitad de su ganado y de su servidumbre. No quise matar a todas sus reses y a todos sus criados porque alguien tendría que cuidarme cuando tuviera el cuerpo de Marta.

Manu no pudo dormir lo que quedaba de noche, y a partir de ese momento, nunca más volvería a hacerlo porque yo lo iba a impedir. Me imagino que no se sorprendió cuando regresó a su granja y vio que el ángel de la muerte había asesinado a la mitad de sus reses, a la mitad de sus perros y a la mitad de sus sirvientes y criados. No podía tener piedad y no la tuve. La policía no pudo explicar cómo había muerto la mitad del ganado y 8 personas del servicio en la misma noche, de forma natural y sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo.

Cuando atardecía me volví a aparecer en estado angelical ante él y le dije que debía ofrecerme el cuerpo de su hija para encarnarme o destruiría la mitad de sus propiedades. El viejo terco no aceptó y me vi obligada a derrumbar la mitad de sus edificios y a hacer que ardieran la mitad de sus acciones. No quise destruirlo todo porque las necesitaría para tener una vida de lujo cuando estuviera en el cuerpo de Marta.

De nuevo volví a aparecerme ante manu y le volví a exigir que me entregara la vida de su hija o mataría al resto de los habitantes de sus haciendas y esta vez estaría él entre los asesinados.

Y por fin cedió. Le dije que debía anestesiar a Marta y depositar su cuerpo dormido frente al gran espejo del recibidor. Yo utilizaría la magia de los cristales para poseer su cuerpo humano y convertirme en Marta y aquí acabaría la maldición. Ya no mataría a nadie y tampoco destruiría ninguna propiedad más.

Manu, cumplió lo acordado. Colocó el cuerpo de su hija frente al Gran espejo del recibidor y yo utilice el puente dimensional de los cristales para invadir con mi alma su cuerpo dormido.

Con un gran suspiro llené de aire mis nuevos pulmones De nuevo volvía a tener sentimientos humanos. Podía ver el techo de la habitación y escuché los pasos de Manu mientras se acercaba. Eran pasos presurosos, sin duda alguna eran de Manu que quería vengarse porque había robado el cuerpo de su hija.

Intenté incorporarme, pero no podía, intenté gritar, pero no pude.

Y entonces vi la cara de Manu que me miraba con odio y dijo:

“Has matado a la mitad de mis criados, has destruido la mitad de mis posesiones. Por eso te pago solamente con la mitad de la vida de Marta Tendrás su cuerpo y su fuerza, pero no podrás moverte para disfrutarla. Yo mismo le he cortado la médula espinal para hacer que este trato fuera justo. Sé que he hecho bien, porque ahora tiene tu cuerpo de ángel para vivir toda la eternidad y yo tengo tu cuerpo tetrapléjico para torturarte mientras vivas”

Un padre debe cuidar de su hija minusválida, dijo, mientras me enseñaba las tijeras con las que había cortado la médula espinal de su hija.