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miércoles, 15 de mayo de 2019

En la mente de Oswaldo


Cada vez que hago una caption necesito mejorar la última que he escrito.
Sé que mi trabajo no tiene mucha calidad y es relativamente fácil de superar, pero mis capacidades creativas son escasas y mi imaginación muy limitada. Normalmente busco ideas leyendo captions de otros autores, pero cada vez son más repetitivas y las pocas que tienen ideas innovadoras ya están gastadas porque han sido publicadas.
Tenía que buscar un autor con talento y encontrar un medio para robarle sus ideas antes de que las publicara.
Y sabía cómo hacerlo.

Analicé a los distintos creadores y me decidí por Oswaldo. Sus captions tienen fuerza, sin piedad para sus personajes, con gustos muy parecidos a los míos, y su estilo es ágil y dinámico, lo que demuestra que posee una mente imaginativa y rápida. Debía controlar esa mente y robarle las ideas para convertirle en mi esclavo literario.
La forma de conseguirlo era fácil. Le propuse un concurso de captions, él hacía una cap sobre Carmen Sanz y yo hacía otra sobre Oswaldo. De esta forma estableceríamos una unidad de sentimientos que le obligaba a ponerse en mis zapatos y a mí en sus pensamientos. Para hacer la cap Oswaldo debía meditar sobre Carmen Sanz yeso crearía un puente mental entre su cerebro y el mío. Y yo utilizaría ese puente para entrar en su cuerpo, robar sus ideas y destruir su vida.
Y por fortuna Oswaldo accedió.
No me costó trabajo cruzar el puente y acceder a su cerebro, sin saberlo me había dejado la puerta abierta a sus recuerdos y sus sentimientos. En su mente todo estaba ordenado de forma metódica, sus estudios, su familia y sus amores. Fue fácil encontrar la sala de la creatividad y la imaginación y entrar en ella. Pero allí todo era distinto, La sala era un caos absoluto, un desorden imaginativo. Cientos de oswaldinas vagaban de un lado para otro, sin respetar las leyes de la razón y la ciencia, mientras cambiaban de forma y se transformaban para convertirse en las ideas de sus captions.
No podía entender ese desorden e Inmediatamente me di cuenta de que no tenía capacidad para ordenar esa confusión, que la creatividad de Oswaldo era incontrolable para una inteligencia simple como la mía y asustada intenté huir de esa zona de locura. Pero no podía, ya no había puertas. La sala de la imaginación se renovaba una y otra vez, se transformaba y habían desaparecido las puertas por las que había entrado.
Pero por primera vez empecé a sentirme a gusto en ese caos. Yo también me estaba transformando en una oswaldina, en una idea en la mente de Oswaldo. En ese momento, Oswaldo, debía estar escribiendo la caption sobre Carmen Sanz. Ya no era yo, era tan sólo una idea, un destello eléctrico en la mente de Oswaldo que duraría hasta que terminara de escribirla sobre un papel o en la pantalla de un ordenador.
Entonces me di cuenta de que estaba sucediendo algo que no había previsto cuándo tenía la mente lenta de Carmen Sanz, pero que ahora, parecía evidente con el poderoso cerebro de Oswaldo. Los puentes tienen dos orillas y Oswaldo podía utilizar ese puente para robar mi cuerpo y destruir mi única salida para retornar a mi cuerpo. Y así lo estaba haciendo.
Oswaldo desde el cuerpo de Carmen Sanz estaba escribiendo una cap sobre Carmen Sanz y cuándo la terminara me olvidaría y yo me convertiría en un recuerdo que se borraría con el tiempo.
 Me convertiría n la nada.


4 comentarios:

  1. Buena cap tienes una manera de pensar que me encanta publicaré mi historia después espero que te guste

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    Respuestas
    1. Estoy deseando leerla.
      Por cierto, me encantan los retos que sé que voy a perder, porque son con los únicos con los que mejoro

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