Hola, soy Carmen Sanz y hace tres semanas cumplí 18 años.
Para celebrar mi mayoría de edad, mis padres me pagaron el
alquiler mensual de un traje cibernético. Era un regalo maravilloso, lo que
siempre había querido. Por primera vez en mi vida podría jugar a los SIMS 10
(Mundo Ciber-Virtual) Podría bailar cibereggaeton en la discoteca sensorial de
Moda, probar las mejores drogas de estimulación virtual y tener sexo cibernético
4-D con mi novio.
No tardé ni 10 minutos en enviar una muestra de mi ADN a la
dirección de la página Web, pero me llevé el disgusto de que no se activaron
los códigos de descodificación del traje de alquiler virtual, el equipo legal
del Juego me envió un mensaje en el que ponían en mi conocimiento que el código
ADN que había remitido estaba en uso y tenía copyright personal. Me avisaron de
que tenía el plazo de una semana para corregir el error o emprenderían medidas
legales por intento de apropiación de personalidad virtual y hurto de material
genético reconocido.
No había duda. Alguien había conseguido una muestra de mi
sangre y la había usado para crear una personalidad virtual y conectarse a
Internet haciéndose pasar por mí.
Por suerte, mi padre es un gran abogado y en pocas horas
consiguió una orden judicial para que la compañía de juegos entregara el mapa
de ondas cerebrales del usuario que estaba usando mi código ADN.
Con su mapa cerebral podía clonar sus ondas cerebrales para encontrarlo
en el juego, contactaría con el ladrón de mi personalidad virtual y le exigiría
que desconectara de la red. Le obligaría a que destruyera su traje cibernético
y a que me devolviera la propiedad de mi mapa genético.
Para garantizar mi seguridad en el mundo virtual, mi padre
avisó a la policía del karma. Se comprobaría que la imagen virtual del
suplantador es idéntica a la mía en el mundo Real y en el momento en que se
demostrara la suplantación se le encarcelaría perennemente en la Prisión
Cibernética y yo podría regresar al Mundo Real con mis códigos ADN reconocidos
y mi personalidad Virtual recobrada
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Hola, soy la Carmen Sanz del Mundo virtual y hace 10 años
que tengo una cibervida maravillosa.
En el mundo real mi vida es un desastre. Me han despedido de
mi empleo por no ir a trabajar, mis piernas han perdido la capacidad de andar
por no usarlas y soy un hombre de más de 50 años que vive aislado dentro de un
traje cibernético.
Pero en el Mundo Virtual, soy una chica preciosa, la mejor
estudiante de mi facultad, tengo un novio rico y guapo y todos los días me voy
de fiesta.
Sin el Mundo Virtual no tendría motivos para seguir viviendo.
Y pensé que mi vida se iba al desastre cuando la compañía de Juegos me comunicó
que había otra persona que reclamaba mi yo cibernético y había conseguido que
le entregaran mis registros cerebrales para conmigo y obligarme a devolver el
mapa genético de Carmen Sanz.
Estaba muy asustado cuándo se materializó en mi vivienda
virtual la “verdadera” Carmen Sanz. Me exigió que reconociera el robo y le
entregara los códigos funcionales del avatar de Carmen Sanz.
No me resistí, nunca podría demostrar que ese ADN era mío.
Así que confesé. No tenía ganas de luchar, había vivido en un cuerpo que no era
el mío y era el momento de admitir el robo y afrontar las circunstancias. Segundos
después de reconocer la suplantación de la personalidad escuché como la policía
del karma entraba en mi casa e hice lo que durante tantos años había planeado
para solucionar mis problemas en el Mundo Real.
Sonriendo le dije a la auténtica Carmen Sanz: “Tienes razón
en todo, pero hay algo que no has calculado. Estás usando mis ondas cerebrales
para vincular tu cuerpo real al Mundo Virtual. E igual que tú las estás usando
yo también puedo hacerlo porque son las mías” En ese momento desconecté de
Internet y retornando por los nodos y los servidores de Internet que Carmen
Sanz había recorrido para localizarme, encontré su ciudad, su calle y su casa.
Y allí encontré su mente conectada, vacía de voluntad y sin dificultad aterricé
en su cuerpo y me adueñé de él. Hacía muchos años que no me sentía tan fuerte y
tan sana. En pocos segundos me había
quitado el traje virtual y desnuda posaba ante el espejo. Era maravilloso, de
nuevo tenía 18 años, era guapa, sana, estudiaba derecho y tenía novio en el Mundo Real.
Mientras pensaba eso, el padre de Carmen Sanz entró en la
habitación y me dijo “Lo has conseguido, hijita mía, el ladrón ha confesado. Va
a pasar lo que le queda de vida en una celda de aislamiento en la cárcel
virtual y su cuerpo real será donado a la investigación médica. A partir de
ahora podrás conectar siempre que quieras a Internet y lo harás como la
auténtica Carmen Sanz”
Sonreí satisfecha y le di las gracias mi nuevo papá. No iba a conectar al Mundo Virtual en mucho
tiempo. Porque ahora soy Carmen Sanz en el Mundo Real, tengo una vida perfecta,
soy joven, guapa, estudio derecho y tengo un novio lindo y millonario… ah y
también tengo un blog de captions en español.
Eh, carmencita el uso de estos colores estorba un poco la vista para leerla, te pdio por favor esperando no sea mucha molestia cambies su color para poder leerla mejor
ResponderEliminarya la lei sombree el texto jaja, me encanto, muy bien, aunque algo corto y sin sufrir mucho para carmen eel robo de su verdadero cuerpo
EliminarPuff, vaya desastre kary.
ResponderEliminarEn esta serie de caps me quise dedicar sobre todo al diseño.
Quería hacer una forma de cap que no se hubiera hecho antes.
Jajajajaja
Y lo he logrado. He conseguido una cap que no se podía leer. Jajajajaja
Muchas gracias por el aviso kary. Seguramente hubiera tardado días en darme cuenta de la metedura de pata
me refiero por las letras de abajo jaja, me encanta como diseñas tus imágenes eso si es ponerle tiempo a las cosas o solo escribo y edito las correcciones
EliminarBuena historia aunque pensé que sería más larga pero me gusto
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