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Carlo nunca se había atrevido a confesar su travestismo.
Siendo un niño le pidió a sus padres que no le gustaba que
lo llamaran Carlo que quería que lo llamaran Carlota. Su padre se enfadó y le
dio un bofetón. Cuando llegó a la adolescencia se vestía a escondidas con la
ropa de su hermana mayor. Un día su padre lo descubrió y le dio un bofetón. Cuando
llegó al Instituto se trvestía en su habitación. Hasta que un día su padre lo
descubrió y le dio un bofetón.
Pero la vida de Carlo mejoró inmensamente cuando llegó a la
Universidad. Un día mientras desayunaba en la cafetería le hablaron de
Alejandra, la chica más guapa de la ciudad y que esa misma mañana iba a ir a
clase de derecho económico. Los hicos no paraban de hablar de una mujer de
tanta belleza. Contaban que la clase de Economía siempre estaba llena de
estudiantes cuando ella asistía a clase. Carlo estaba curioso así que ese día
acudió a clase de derecho económico. Lo primero que le llamó la atención era
que el aula estaba llena sólo de estudiantes masculinos. Había 12 chicos por cada chica en el aula. El
ruido era inmenso, todo el mundo hablaba de Alejandra y de pronto todos
callaron. Carlo pudo oír e lToc-toc de
unos zapatos de tacón acercándose. Y Alejandra entró a la clase. Los chicos se
pusieron en pie y se arremolinaron alrededor de Alejandra. Carlo no podía ver
nada, así que se acercó. Escuchaba a Alejandra reír, pero seguía sin poder
verla. Así que empujo a algunos de sus compañeros hasta que pudo verla. A Carlo
se le abrió la boca de asombro. Alejandra tenía un cuerpo espectacular, pero
tenía la cara y el rostro de un hombre de 60 años, con arrugas y todo.
Alejandra debió darse cuenta del asombro de Carlo y se le acercó, le susurró al
oído que lo esperaba esa noche en su piso y le dio una nota de papel con su
dirección y teléfono. Los chicos
alrededor de Carlo bramaban de rabia, no entendían que había visto la reina de
la universidad en el maricón de la clase.
Carlo estuvo pensando en no ir a la cita. Temía una broma
cruel y macabra. Pero acudió porque jamás podría explicar a sus compañeros que
hubiera dado plantón a Alejandra. Así que Carlo fue a la dirección del papel.
Tocó a la puerta y la abrió la misma Alejandra vestida en ropa interior de
estampados rojos que mostraba casi por completo su espectacular cuerpo. Pero el
rostro del anciano seguía en su cabeza. Entra y siéntate, tengo algo muy
importante que contarte.
-¿sabes lo que es un bodyhopper? No, respondió Carlo.
-Un bodyhopper es alguien que puede poseer el cuerpo de otra
persona y usarlo como si fuera el suyo propio. La gente normal no ve
diferencias pero somos visibles para otros bodyhoppers que pueden ver nuestro
rostro real en el cuerpo de la persona poseíada.
Carlo no salía de su asombro. Era algo increíble lo que
estaba oyendo, pero la cara del viejo en el cuerpo de Alejandra le confirmaba
que todo era cierto.
-
Si tú eres un bodyhopper y yo puedo verte,
entonces, yo también lo soy. Pero, ¿Por qué no puedo yo cambiar de cuerpo?
-
Porque necesitas que otro bodyhopper active tus
poderes que ahora están dormidos.
-
¿Y cómo lo haces? ¿Puedes activar los míos?
-
Si, voy a hacerlo, prepárate a pasar la mejor
noche de tu vida.
Alejandra cumplió su promesa. Carlo no sólo aprendió que era
un bodyhopper esa noche, también aprendió a practicar el sexo heterosexual de
una forma salvaje. Alejandra no sólo tenía un cuerpo increíble, también se
movía de forma increíble. Carlo sintió cosas que antes ni siquiera podía
imaginar. Alejandra le contó todo lo que
necesitaba saber sobre los bodyhoppers con la boca llena tras una felación. Luego
besó en la boca a Carlo y esté saboreó el sabor de su propio semen mezclado con
la saliva de Alejandra. Luego hicieron el amor varias veces hasta que Carlo
exhausto cayó dormido.
Al día siguiente, cuando despertó Carlo encontró a Alejandra
ya vestida y preparada para marcharse.
-He de irme, me marcho a Niza a cambiar de cuerpo por otro
que me satisfaga más. Ahora ya estás completo, ya puedes usar tus poderes.
Quizás algún día volvamos a vernos.
Tras decir esto, lanzó un beso a Carlo y se marchó.
Carlo no podía creer lo que acababa de descubrir y lo que
sentía. Toda la vida pensando que era homosexual y resulta que los mejores
momentos de su vida los había pasado con una mujer, bueno, un hombre con el
cuerpo de una bellísima mujer.
Carlo sentía que estaba enamorado, que necesitaba estar al
lado de Alejandra y volver a hacerle el amor. E iba a utilizar sus nuevos
poderes para encontrarla.
Salió a la calle y utilizó por primera vez sus poderes para
poseer a un hombre de poco más de treinta años que aparcaba su coche. Dentro
del cuerpo del hombre arrancó el coche y marchó al aeropuerto. En el aeropuerto
vio a una madre con una niña de 6 años que compraba dos billetes de avión para
ir a Niza. Sin dudar poseyó el cuerpo de la niña e hizo el viaje al lado de su
madre. Cuando el avión aterrizó, un hombre se le acercó, la levantó y le dio
besos y abrazos mientras decía cuánto quería a su hijita y lo mucho que la echaba
de menos. Carlo aprovechó la ocasión para poseer el cuerpo del hombre. Acompañó a la mujer y a su hija hasta el
hotel y allá se quedó con ellas. Esa misma noche hizo el amor con la mujer en
su nuevo cuerpo, pero, no le gustó tanto la experiencia porque no sintió nada
parecido a lo que había sentido con Alejandra.
Al día siguiente, Carlo marchó a la playa de Niza, dónde debía
estar Alejandra y allá se encontró con una sesión fotográfica de las modelos de
Victoria’s Secret. Ya no había dudas, aquí debería estar Alejandra buscando
nuevo cuerpo. Cambió de cuerpo con un policía y así pudo moverse por toda la
playa y ver de cerca a las modelos sin que nadie lo molestara. Pero no la encontró.
Carlo había estado cerca de todas ellas y en ninguna de ellas era Alejandra. Ya
se marchaba cuando la vio, En el cuerpo de un fotógrafo estaba la cara del
anciano que antes poseyera a Alejandra. Se acercó al fotógrafo y le dijo:
-Pensé que escogerías el cuerpo de una modelo
Este respondió: “para mí, no hay mejor cuerpo que el de un
fotógrafo de Victoria’s Secret en día de trabajo”
Carlo respondió: “Tú me has hecho pasar la mejor noche de mi
vida, ahora te voy a devolver el favor. ¿Cuál te gusta más de todas las modelos?”
Poco después Carlo descubrió que era un bodyhopper muy poderoso y que podía
realizar posesiones múltiples. Poseer al mismo tiempo a nueve modelos de
lencería le hacía sentir muy poderoso. Si tener el cuerpo de una de ellas era
algo maravilloso, el tener el cuerpo de nueve al mismo tiempo era simplemente
inmejorable.
A Alejandra le esperaba una sorpresa mayor que la que él
mismo tubo cuando descubrió que era un bodyhopper.
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