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viernes, 1 de marzo de 2019

La feria (2ª Parte)


Mi hermana sabía que yo estaba sufriendo. De alguna forma imaginó que yo amaba a Silvio, por eso tenía una cita con él y por eso mismo se marchaba cogida de su brazo hacia la feria. En mi desesperación quería a correr hacia Silvio para rogarle que no me dejara cuando sentí la mano de mi madre apretándome el hombro, no podía moverme, tampoco podía pedir socorro, ni siquiera podía hablar.
Y en ese momento me miró Silvio y me sonrió, con una risa cálida, de amistad, de amor y yo diría que también de complicidad. Fue en ese instante cuando mi hermana acercó a su naricita las rosas que le había dado Silvio y las olió. Sentí como se me nublaba la vista y como el mundo giraba a mi alrededor. Perdí el equilibrio e iba a caer cuando unos brazos fuertes me sostuvieron en pie. Se me aclaró la vista y pude ver como Silvio me agarraba por la cintura y me seguía sonriendo.
“Ya está hecho” me susurró al oído.
A mi espalda escuché gritos lastimeros, me giré y me pude ver a mi mismo, o a mi cuerpo, con el ramo de rosas que había tenido mi hermana agarradas entre sus manos.
No entendía nada, miré mis manos y eran unas manos femeninas. Llevaba puesto el vestido nuevo de mi hermana, sus zapatos y sus zarcillos, y noté una nueva sensación, la presión de mis nuevos pechos contra un sujetador. De alguna forma había cambiado de cuerpos con mi hermana.
Silvió me volvió a susurrar al oído:
“Aunque no lo sepas tu madre es una bruja muy poderosa, que heredó sus poderes de su propia madre, y esta de la madre de la madre de tu madre y esta de la suya y así sucesivamente durante siglos. Son poderes que solamente pueden heredarse por línea femenina y que sólo sirven para el amor y que tan sólo pueden usarlos gente humilde que no busque su propio beneficio. En tu hermana esos poderes se iban a desperdiciar. Por eso tu madre ha buscado una solución para que esos poderes no se pierdan para siempre y esa solución eres Tú que debes ser la mujer de la familia, la bruja y la madre de la futura bruja que herede tus poderes. Porque Tú eres una persona sin egoísmos ni maldad. Tú te tienes que convertir en tu propia hermana, debes quedarte con su cuerpo, su vida, sus poderes de bruja y deberás buscar un hombre con el que casarte y con el que tener una hija. Y ese hombre espero que sea yo”
Miré a mi hermana en mi cuerpo como seguía llorando y quejándose mientras mis padres intentaban calmarla. Hice un gesto con la mano y se quedó quieta y en silencio, aunque seguía llorando. Resignada a su destino e incapaz de resistir mis nuevos poderes de bruja.
Miré hacia detrás por última vez y me marché a la feria con Silvio. A mi nueva vida de feminidad, brujería y felicidad al lado del hombre que tanto amaba.


4 comentarios:

  1. Súper, me encanto, no lo esperaba me encanta como escribes :3

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    Respuestas
    1. Muchas gracias Kary.
      No sé si escribo bien pero intento divertirme con lo que hago. Si además os gusta entonces es maravilloso

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  2. Tanto tiempo sin publicar, buenos relatos tienes Carmencita. Siempre conservando tu estilo y calidad.

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  3. me haces muy feliz leyéndote. Eres muy bondadosa.
    Llevo mas de un año sin escribir captions, motivos personales me lo han impedido y ahora, también, motivos personales me permiten volver a hacerlo. Espero aprovechar la ocasión

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