Hacía una semana que no publicaba ninguna cap. y necesitaba
hacer una y hacerla pronto. Las visitas
a mi blog habían bajado de forma alarmante y sólo podía subirlas con nuevas
publicaciones. Pero estaba de sequía. Hacía más de una semana que no tenía
buenas ideas. Era extraño, yo siempre había presumido de mi imaginación y mi
creatividad y llevaba más de una semana en las que mi mejor ocurrencia era de
tan sólo 3 líneas y llena de tópicos.
Llegué incluso a pensar en cerrar el blog temporalmente
cuando llegó a mi correo una cap sorprendente. Era la primera de una serie y trataba
de “Una
escritora de caps que en plena crisis creadora pactaba con un “Bodyhopper” un
cambio de cuerpos para que este aprovechara su poder para reanimar su talento y
pudiera publicar nuevas caps” Me rasqué la cabeza mientras pensaba “Vaya
casualidad, ojalá existieran los bodyhopper y fuera posible”. Pero
me gustó la cap y la publiqué como si fuera mía. No me extrañó el éxito que
conseguí, las visitas al blog se dispararon, me enlazaron en otras páginas y
mejoró la visibilidad en Google. Así que publiqué una nota en el blog diciendo que
esa cap era la primera de una serie y que habría muchas más. Pero no tenía ni
puñetera idea de como continuarla, simplemente confiaba en mi misterioso
colaborador.
Llevaba otra semana sin ninguna idea para crear caption
cuando me llegó la segunda cap de la serie. Esta cap era aún más extraña. “La escritora de
caps seguía sin ideas y pedía al “cambiador de Cuerpos” que continuara la
posesión para seguir haciendo caps” “Tú
también vas a continuar haciendo mis caps” pensé. Y la publiqué.
De nuevo el éxito fue inmediato, los visitantes al blog me
pedían que continuara con la serie. Así que crucé los dedos y esperé que mi
desconocido colaborador me enviara más caps.
Y lo hizo. De nuevo era una cap extraña. “El Cambiador de
Cuerpos se encontraba muy a gusto en el cuerpo de la dueña del blog y conseguía
convencer a su antigua propietaria de mantener la posesión hasta convertir al
blog en uno de los más leídos en Internet” Pero
esta vez, además de la cap llevaba una nota el que mi extraño colaborador me
avisaba de que no me iba a remitir más captions
y que la última cap de la serie la debería escribirla yo. “¿Y cómo voy a
hacerlo?, hace muchos días que no tengo buenas ideas” Cuando
publiqué la cap el éxito fue mas grande que nunca, recibía cientos de mensajes
pidiendo que publicara pronto el final de la serie.
No podía defraudar a los lectores de mi blog, pero me había
convertido en una nulidad creativa. Yo no podía hacer lo que me pedía mi
colaborador, era incapaz de hacer una cap digna para terminar la serie. Así que
me dediqué a lo que sabía hacer bien, que era el manejo de redes informáticas, de
su seguridad y encriptación. Y empecé a seguir el rastro de las distintas ips y
servidores hasta que supe de donde procedían los correos de mi extraño
colaborador. Era un piso normal y corriente, en un barrio normal y corriente de
mi propia ciudad.
Ya sabía dónde vivía mi misterioso colaborador y ahora debía
intentar convencerlo para que escribiera la cap final.
Sin pensarlo dos veces me dirigí a su casa, llamé al timbre varias
veces y esperé hasta que abrieron la puerta. Y cuando se abrió me llevé la
sorpresa de mi vida. Era yo misma, Carmen Sanz, quien estaba delante de mí. Me
miró con cariño y con una voz comprensiva me dijo. “Ya sabes cómo termina la serie”.
Asustada, aunque satisfecha, me marché corriendo de allí. Si, ya sabía cómo terminaba la serie.
Algo extraño pero bien hecho, escribir de nosotras mismas 🙊🙊🙊🙊
ResponderEliminarjajaja, es lo que suele pasar. Cuando te quedas sin ideas la mejor solución es escribir sobre nosotras mismas.
ResponderEliminar.
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O pactar con un bodyhopper como confieso en la captions.
Gracias por comentar y un saludo de carmen la bodyhopper