Ahora entendía porqué la habían contratado, porqué le habían
dado tan gran sueldo y también entendía porqué su jefe se había interesado
tanto en conocer hasta el más mínimo detalle de su vida.
Su jefe había robado su cuerpo, su identidad y su vida.
Hacía tan sólo unos minutos que su jefe la llamó a su despacho a recoger un
dictado cuando noto que las ropas se les estrechaban, sintió cómo su piel se
llenaba de vello y su pelo se volvía blanco. Asustada con el corazón palpitante
alzó la vista de su bloc de notas para verse a si misma vestida con el traje de su jefe
mirándola seriamente, seguramente disfrutando del momento.
No intentes pedir ayuda. En este edificio todos saben quién
habita en este cuerpo y todos están de acuerdo porque todos van a cambiar en
poco tiempo. Se podría decir que es nuestro plan de rejuvenicimiento de la
empresa. Pero no te preocupes, no te voy a dejar abandonada en ese cuerpo. Ya
estás inscrita en el mejor sanatorio mental de la ciudad.
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