No podía creer lo fácil que me había resultado engañar a Alice.
Le había prometido nombrarla mi heredera, habíamos firmado
los papeles de la herencia y sólo
quedaba presentarlos ante notario, así que los guardé en sitio seguro. Entonces
le dije que para celebrarlo íbamos a hacer un viajecito en mi yate privado a
unas cuantas millas de la costa.
Soy un hombre viejo, enfermo y débil, así que no tenía motivos para negarse. Viajamos durante 3 horas y a 50 millas de la costa me inyecté una dosis triple de insulina. A grandes gritos pedí ayuda a Alice y le dije que estaba sufriendo una gran bajada de glucemia, que no podía moverme. Que ella debía llevar el barco a puerto o moriría a bordo antes de entregar los papeles al notario.
Soy un hombre viejo, enfermo y débil, así que no tenía motivos para negarse. Viajamos durante 3 horas y a 50 millas de la costa me inyecté una dosis triple de insulina. A grandes gritos pedí ayuda a Alice y le dije que estaba sufriendo una gran bajada de glucemia, que no podía moverme. Que ella debía llevar el barco a puerto o moriría a bordo antes de entregar los papeles al notario.
Por supuesto que Alice se preocupó por mi salud, pero sobre
todo se preocupó por su recién firmada herencia. Me dijo que no sabía manejar un
barco y tampoco usar la radio
Ella estaba esperando que le dijera lo que debía hacer.
Todo iba como lo había esperado, ahora debía completar mí
plan. Saqué los anillos del cambio de un bolsillo de mi chaqueta y le dije que
podríamos cambiar de cuerpo. Y que en su cuerpo sano podría conducir el yate a
puerto y que cuando atracáramos recibiría asistencia médica y yo le devolvería su cuerpo. Y la muy idiota
aceptó.
Yo sabía que ella era más egoísta que inteligente y que iba
a hacer cualquier cosa para que no muriera antes de entregar los papeles de la
herencia al notario.
Ahora estoy en su cuerpo manejando el barco y ella está
tumbada en proa con una bajada de glucemia y sintiendo que se muere. Nunca voy
a abandonar el maravilloso cuerpo de Alice. Así que tengo dos opciones:
¡ª Ponerle otra dosis de insulina y matarla. En una mes recibire
su herencia y me quedaré con su cuerpo para siempre.
2ª Llevarla a puerto, que la cuiden y cuando diga que ese no
es su cuerpo, simular que ha perdido el raciocinio y que se ha vuelto loca. Todo
el mundo sabe que son imposibles los cambios de cuerpo. Pagaré a un siquiatra
para que declare su insania mental y haré que lo encierren en el manicomio. De
esta forma en un mes podré cobrar su herencia por incapacidad mental del
testador y quedarme con su cuerpo para siempre.
Soy una persona agradecida, dejaré que viva en mi viejo
cuerpo y le pagaré el mejor frenopático.
Sabía que me iba a hacer esto. No podía fiarme de un viejo al
que apenas conocía que de repente decide nombrarme su heredera.
Era una trampa, estaba segura. Y cuando me contaron que
estaba buscando los anillos del cambio, esos objetos mágicos que permiten a dos
personas intercambiar sus cuerpo sólo con ponérselos al mismo tiempo, estuve
segura. Ese tipejo quería robar mi juventud y mi cuerpo.
Es arriesgado, pero sabía que no es un asesino. Por eso
acepté el cambio de cuerpo cuando él me lo ofreció. Estoy sufriendo la
hipoglucemia que él mismo se ha infligido, pero no me va a matar.
Ya veo que ha tomado camino a puerto, no quiere que muera en
su cuerpo. Cuando lleguemos buscará al hospital para que me eleven la glucemia.
Entonces será cuando intentará robar de forma definitiva mi cuerpo.
Y lo va a lograr, no voy a oponer resistencia.
Sin duda, va a intentar que los médicos me declaren loca
cuando diga que soy Alice y que el viejo me ha robado mi cuerpo.
Se va a llevar una gran sorpresa, después de que me traten
los médicos y me recupere no voy a decirle a nadie que soy Alice.
Ahora soy un multimillonario que es dueño de los “anillos
del Cambio” Voy a anular el testamento que firmé esta mañana, invitaré a una
jovencita a un viaje en mi yate y le robaré su cuerpo utilizando los “anillos
del cambio”
Cuando Alice, en mi cuerpo, vea lo que he hecho y lo que
pienso hacer avisará a la policía, entonces alegaré que se ha vuelto loca,
pagaré a un psiquiatra para que declare
su insania mental.
Soy una persona agradecida, dejaré que viva en mi viejo
cuerpo y le pagaré el mejor frenopático.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Te ha pasado que quieres decir algo pero las palabras no son suficientes? Ahora puedes colocar imágenes o vídeos en comentarios, con los siguientes códigos:
[img]URL de la imagen[/img]
[video]URL del video[/video]