No se recordaba que los inmortales tuvieran tanto miedo desde la guerra entre los Titanes y los Dioses.
Atenea, la diosa de
la sabiduría, la más hábil y feroz guerrera del Parnaso se había vuelto loca y
estaba atacando a los dioses y a los héroes. Había herido a Cicno en el
costillar con la lanza de hierro y apuñalado a Ares en el cuello cuando intentó
ayudar a su hijo. En su locura había roto los tendones de la pierna izquierda de
Hércules para demostrar que era más fuerte que él semidios. Y después se transformó
en una copia de Apolo para raptar y violar a la ninfa Sinope.