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lunes, 3 de junio de 2019

Pesadilla tras Despertar (2ª Parte de 2 -2 captions-)

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Esa noche no dormí Era el décimo aniversario de la muerte de mi hermana y sabía que su espectro vendría a visitarme.
Y lo hizo.
Apenas se habían cumplido las tres de la mañana, la hora en que se ahorcó mi hermana, cuando noté una gran presión en la garganta. Sentí como se hinchaban las venas de mi cuello, me costaba trabajo respirar y se me enturbió la vista.

Entre los nublos se materializó el espíritu de mi hermana. Yo estaba casi asfixiada, mi hermana se acercó. Mis rodillas no tenían fuerza y se doblaron, mi hermana se paró frente a mí. Pero no caí al suelo, algo me mantenía erguida apretando mi garganta, mi hermana sonrió. Miré hacia arriba y vi una cuerda liada a mi cuello y atada al techo. Los ojos de mi hermana no eran oscuros, eran negros como el infierno. Estiró la mano y me tocó la frente mientras decía “Me robaste el cuerpo”, de pronto desapareció la cuerda y caí al suelo. Dando grandes bocanadas al aire me puse en pie.
Y de nuevo repitió: “Me robaste el cuerpo” Hice un gesto negativo con la cabeza y sentí como se volvía a apretar la cuerda en mi garganta. Mi hermana volvió a tocarme la frente y cientos de imágenes se iluminaron en mi cerebro como si fueran bombillas “Son tus memorias” me dijo.
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Pude recordar a mi hermana jugando conmigo en el jardín, nos cambiábamos de ropa y ella decía que era Blanca y yo decía que era Carmen. Aunque engañábamos a la gente, entre nosotras nada cambiaba, porque yo estaba enferma y cada dia que transcurría me costaba más trabajo levantarme de la cama.
Pero éramos gemelas y yo me sentía alegre cuando mi hermana era feliz y ella decía que se sentía enferma por los dolores de mi pecho. No sabíamos a que se debía, pero sí que sabíamos que éramos mucho más que hermanas.
Un día, en que el dolor era muy grande, Carmen me propuso un juego: “Imagínate que tú eres yo y yo imaginaré que soy tú, seguro que te sentirás mejor y yo te quitaré algo del dolor que sufres” Las dos cerramos los ojos fuertemente y rezamos para cambiar de cuerpo por un momento. Cuando los abrí, estaba de pie y me pude ver a mi misma en la cama con mueca de dolor. Habíamos cambiado de cuerpo y volvimos a cambiar todos los días. Mi hermana y yo compartíamos la buena salud de su cuerpo y los padecimientos del mío.  Y así lo hicimos durante semanas hasta que los médicos dijeron que mi iba a morir en pocos días porque sufría un fallo multiorgánico irreversible. Mi hermana ya no quería cambiar de cuerpo conmigo y y no podía obligarla a hacerlo. Los días pasaron y poco a poco me abandonaba la vida y sentía más cercana la muerte. Me acordaba de mis compañeras de la escuela, de sus padres y de mis antiguos profesores. Así que le pedí a mi hermana el favor de cambiar por última vez para despedirme de mis amigas. Carmen dudó porque temía morir en mi cuerpo antes de que yo regresara, pero al final accedió.
Yo no quería morir. Sabía que era la última vez que iba a cambiar de cuerpo con mi hermana. Y no me quedaba otro remedio que aprovechar la ocasión.
Carmen cerró los ojos y se tumbó en la cama, poco a poco se fue relajando y su cuerpo quedó libre para que yo lo controlara una vez más. De una bolsa, que había escondido en el armario, saqué una cuerda y la até del gancho de la lámpara, me subí a una escalera y la lie a mi cuello. Me concentré en abandonar mi cuerpo, en expulsar mi alma y salté de la escalera. Empezaba a notar como mi hermana controlaba mi cuerpo cuando escuché como se le rompía el cuello. Carmen intentaba desatar el nudo, mientras la cara se le volvía morada y pateaba desesperadamente para librarse de la cuerda que la asfixiaba. Me puse en pie en el cuerpo de Carmen y me acerqué a ella sonriendo “Gracias por regalarme tu vida, hermanita” Ella en sus últimos instantes de vida estiró un brazo y me acarició el pelo, su antiguo pelo, con los ojos hinchados por la presión me miró con odio y dijo “Me robaste el cuerpo” Y en ese momento murió.
No puedo decir que me entristeciera. Yo no quería morir y ahora iba a tener una vida larga y feliz en el cuerpo de mi hermana.
Simulé estar asustada y grité pidiendo socorro. Llegaron mis padres corriendo y me abrazaron fuertemente.
“Sé lo que has hecho, Blanca, le has robado el cuerpo a tu hermana. No te preocupes, sólo podía sobrevivir una y tú eres la más fuerte. Ahora eres Carmen, y lo serás hasta que tú hermana vuelva para vengarse”.
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De nuevo volví a sentir como se apretaba la cuerda en mi cuello. Tiraba tan fuerte que me puso en pie. Mis pies no tocaban el suelo y me faltaba el aire para respirar. Carmen había vuelto para vengarse y me iba a ahorcar de la misma forma que lo había hecho yo con ella. El dolor era terrible, agitaba los brazos y no podía encontrar nada en que apoyarme. La agonía era inmensa, un dolor irresistible bajaba de mi cuello por la columna. Sabía que iba a morir, pero hasta que llegara ese momento me faltaba un cuarto de hora de un sufrimiento insoportable. Me quedaban 15 minutos de un padecimiento como nuca había conocido y la única solución que tenía era repetir lo que mi hermana y yo hacíamos cuando éramos niñas. Podía cambiar mi cuerpo por el suyo para librarme de tanto dolor. Me concentré y expulsé mi alma del cuerpo de Carmen. Pero el dolor continuaba. Entonces vi como el espíritu de mi hermana entraba a su antiguo cuerpo y se hacía dueño de él. La cuerda desapareció y mi hermana se pudo poner en pie.
Sin embargo, nada había cambiado, el dolor que sufría estaba aumentando. Si antes era insoportable ahora me hacía sentir la muerte, pero no podía morir porque ya estaba muerta.
Entonces escuché las carcajadas de mi hermana desde su nuevo cuerpo y lo entendí todo. Seguíamos jugando de la misma forma que lo hacíamos cuando éramos niñas. Ella simulaba que era yo y yo estaba obligada a ser ella. Carmen tendría mi vida en este mundo y yo tendría su padecimiento en el infierno. Esos eran los dolores que sentía, eran las puertas de entrada a los tormentos del infierno.

 

11 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Gracias katy
      Pero la verdad es que escribir esta historia me ha dejado exhausta.

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    2. Cuándo pasen unos años y haya madurado mental y literariamente quiero escribir un libro de cuentos de terror y por eso hago caps. El espacio tan pequeño y la poca variedad de temas me obligan a mucho esfuerzo como narradora y fuerzan mi imaginación hasta sus límites.
      Y con esta serie, he forzado mis capacidades como no lo hacía desde las primeras caps de este blog (que por cierto, eran horrorosas y que ahora mismo deploro).

      Tenía una idea clara de lo que quería contar. Pero no sabía como como contarlo. Era una idea demasiado extraña y para mis capacidades parecía imposible relatar esta historia sin que pareciera absurda o ridícula.
      Quería haberla publicado el sábado por la mañana, luego por la tarde, finalmente el domingo y he terminado enviando lo que he podido el Lunes.
      Estoy agotada, la he hecho y deshecho media docena de veces y en ninguna me ha gustado. Pero es lo que quiero, es la mejor manera de aprender a escribir y a relatar una historia concentradas tan pocas líneas.

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  2. Me gusto el final tus historias son como para una serie de terror la cual yo vería

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  3. Uffffffffff Oswaldo.

    El final era lo único que tenía claro.
    Pero me ha costado sangre, sudor y lágrimas llegar hasta allá. Y no me gusta como he llegado, ni el resultado que he conseguido.

    Pero estoy muy muy contenta. Esta serie me ha resultado tan difícil de contar que he tenido que inventarme algunos trucos narrativos que me serán muy productivos en el futuro

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    1. Saves ay un dicho
      la practica ase al maestro

      Y tu algún día seras la maestra de las historias de terror y fantasía tanto en este tema de cambio de cuerpos como de otros y si algún día ases un libro me encantaría leerlo

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    2. Muchas gracias Oswaldo.
      No aspiro a grandes cosas.
      Pero, me imagino que le pasa a mucha gente. Tengo la necesidad de hacerlo, es como si fuera un deber moral, algo que tengo que hacer y hasta que no lo haga no voy a estar a gusto.
      El problema es que me doy cuenta que estoy muy verde, me falta mucho para madurar en una buena contadora de historias.
      Aunque tarde o temprano publicaré, aunque para ello tenga que comprar yo misma todos los libros de la publicación.

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  4. Buen manejo de la trama, tu estilo muchas veces encaja de manera perfecta en el realismo mágico, la inocencia y pureza de una niña se ve transformada en un cumulo de sentimientos negativos, rencor, maldad, solo Dios sabe que pasa con una alma que se va resentida de este como para que se ganará un pasa al infierno.
    Saludos Reina!

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    Respuestas
    1. Joper, no hay nadie que escrba en español en este siglo XXI que no esté influenciada por el realismo mágico.
      Pero en mi caso hay más de desequilibrio mental que de formalismo literario.
      Pero, me ha encantado el comentario, res, eras tan buen analista como escritor.

      GENIAL

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    2. Tienes mucha razón, hay en día podemos ver grandes trabajos influenciados por el realismo mágico, aunque de una forma matizada. Debo de admitir una cosa, pese a que en mi escritura he utilizado muchos recursos propios de ese genero, no me gusta en lo particular el realismo mágico más puro, aunque suelo darme la oportundiad de disfrutar alguna obra clásica de cierto colombiano o una que otra película. Hay ciertos aspectos que bien encajan con lo que acabas de decir, el desequilibrio mental, utilizas mucho ese elemento para articular las acciones de los protagonistas a veces a la vista de todos y otras tantas oculto entra las sombras, esperando actuar al primer descuido del lector.
      Fantasitco leerte siempre, Reina!

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