Aunque era la hija del hombre más rico de la ciudad, poca
gente conocía a Blanca. Su familia se encargaba de que nadie la viera en
público porque se avergonzaban de sus deformidades físicas. Tenía un cuerpo
contrahecho, sin cuello, dónde la cabeza surgía de unos hombros ridículamente
pequeños. Desmesuradamente gorda parecía que en cualquier momento iba a rodar
por el suelo incapaz de sostenerse sobre sus piernas. Sus brazos eran un adorno
desagradable, tan diminutos que extendidos apenas sobrepasaba sus gigantescas
tetas.
Pero, Blanca tenía algo maravilloso, que la había mantenido
cuerda a pesar de su aislamiento. Y era que tenía el rostro más bello de todo
el país. Con una piel tersa y pálida, sin manchas, ni imperfecciones, al mismo
tiempo era seximente ovalada y con la redondez de una niña de 5 años. Y todo
ello alumbrado con la llama azul de los ojos más grandes y preciosos que había
visto. Cada vez que los contemplaba, pensaba que si tuviera su rostro y con mi
cuerpo sería la mujer más bella del planeta.
Hace tres días me llegó una oferta tentadora y muy extraña. Se
trataba de un correo de Marco, el hermano de Blanca en el que me ofrecía su
rostro convertido en “Skinsuit” A cambio de tan maravilloso regalo sólo me
pedía que asumiera la identidad de Blanca. Dudé mucho en aceptar la oferta, era
demasiado buena pasa ser real, así que Investigué la IP del mensaje y comprobé
que había sido enviado desde la residencia de la familia de Blanca. Sin duda
alguna, Marco, que sentía repugnancia del aspecto de su hermana me ofrecía su precioso
rostro para que yo lo vistiera y pudiera aparecer en los actos sociales como la
única y legítima Blanca al lado de Marco.
Pero, finalmente acepté. Acordamos reunirnos en una nave
abandonada en las afueras, dónde organicé medidas de seguridad para evitar ser
víctima de un engaño.
A la hora convenida apareció el hermano de Blanca. Mis
guardas lo cachearon para comprobar que no llevaba armas. Lo condujeron a una
pequeña habitación donde lo estaba esperando. Ordené a los guardas que se
marcharan, cerré la puerta, y Marco extrajo del bolsillo de su chaqueta un
pequeño frasco de cristal, lo abrió y me enseñó el contenido. Era el rostro de
Blanca flotando en un extraño líquido verde. “Quiero
que sepas que todo esto lo hago por la familia. Blanca va a ser la
administradora única de las empresas familiares y no puede hacerlo con su
aspecto monstruoso. Cuando vistas su cara y con tu cuerpo de modelo, serás la
imagen perfecta de la empresa. Todo esto lo hago por la familia”
Le sonreí, pensando en el gran trato que estaba haciendo. No
sólo me iba a convertir en una de las mujeres más bellas del país, sino que
además sería multimillonaria. El hermano de Blanca no sabía lo que estaba
haciendo porque cuando asimilara la vida de Blanca iba a eliminar a toda su
familia para que jamás contaran lo que había hecho. Recogí la piel de Blanca y
la coloqué sobre mi rostro. Estaba manchada de sangre y con los rasgos
difuminados. Nada más colocarla sobre mi cara empezó a diluirse en mi propia
piel, las heridas fueron desapareciendo y se estiró mientras movía los huesos
de mi nariz y la carne de mi cara para que encajaran a la perfección en el
rostro de Blanca.
Fue entonces cuando perdí la visión mientras mis ojos
cambiaban de su color marrón habitual al azul celestial de Blanca. No podía ver
nada, pero empecé a tener los recuerdos de blanca. Recordé como le pegaban los
niños en la escuela llamándola “monstruo” y como sus padres la encerraban en el
sótano mientras prometían que “jamás saldría de allá hasta que fuera guapa” Con
mi cuerpo, Blanca no sólo va a ser guapa, trabajará de modelo si le apetece,
pensé. Me toqué la cara y pellizqué la piel que rápidamente iba tomando un
color mucho más sano. Los recuerdos de Blanca seguían aflorando en mi mente.
Recordé como el hermano de Blanca llegaba al sótano con un gran cuchillo y un
frasco. Me alegré, pensando que ese era el momento más importante de mi vida. La
vista se me iba aclarando y comencé a ver los objetos que me rodeaban. Entonces
me acordé del momento en el que Marco iba a separar la piel de del rostro de
blanca de su cara. Y algo extraño sucedió. Porque la besó en los labios. No era
un beso de hermano, era un beso de amante. De un amor incestuoso entre
hermanos. “Hermanita, recuerda que el alma reside en
los ojos. Cuando alguien vista la piel de tu cara con tus ojos estará cediendo
su cuerpo y su vida para que la controles y la vivas” En ese momento, por fin pude ver claramente y observé
al hermano de Blanca sonriente y feliz. Esto estaba muy mal, me había engañado.
Intenté arrancarme esa piel maldita de mi cara, pero mis manos no se movían, si
lo hicieron mis pies sin que yo los controlara, mi cuerpo se movió lentamente,
se agarró al cuerpo de Marco y nos besamos durante unos larguísimos minutos. Cuándo
terminó el beso escuché a mi propia voz que decía. “Gracias hermano, me prometiste un
cuerpo perfecto para ser feliz y donde tú y yo pudiéramos ser amantes para
siempre”
Mis ojos funcionaban plenamente, pero cada vez veía menos,
no controlaba ni mis brazos, ni mis pies. De repente me di cuenta que era
incapaz de recordar quien era y porqué estaba allí. Me quedaban pocos segundos
de existencia antes de que me olvidaría de que estoy viva, mientras tanto,
notaba como Marco acariciaba los senos del nuevo cuerpo de Blanca.
Buenisima sigue asi tu blog es bueno saves crear historias exelentes me encantaria una de costume gun en algun futuro o parecido zipper magico mas con tu estilo tan genial 10/10
ResponderEliminarMuchas gracias, Ranko. No suelo aceptar peticiones, pero en tu caso lo haré.
EliminarUN SALUDO y MUCHAS GRACIAS