Cuando regresé al laboratorio pude comprobar que Marco había
tenido la muerte más agradable de la historia. Aún tenía cables conectados a la
cabeza y su cuerpo estaba retorcido de la forma más extraña que había visto. Tenía
los huesos dislocados y el corazón había reventado como si fuera una piñata
gigantesca. Estaba claro, era la muerte más placentera de la historia.
Marco era un investigador que llevaba años trabajando en la
transmisión del pensamiento. Había conseguido grandes éxitos, pero el que lo
hizo millonario fue el casco de transmisión de sentimientos. Ya no hacía falta
pronunciar palabras para comunicar sentimientos. Un sujeto conectado al
terminal 1 podía comunicar sensaciones a otro sujeto conectado al terminal 2.
El descubrimiento lo hizo millonario y le dio fama mundial porque las personas discapacitadas
ya no tenían que hablar para expresar su necesidad de beber agua o ir al
servicio. Bastaba con pensarlo y el cuidador sabía inmediatamente lo que
necesitaba el paciente.
Pero ese descubrimiento fue tan sólo el primer resultado de
una investigación que Marco realizó en solitario y en la que ocultó los hallazgos
más interesantes. Su objetivo era transmitir los sentimientos más fuertes e
intensos. Y para probar sus resultados contrató a Carmen.
Carmen no era una científica brillante, tampoco tenía
conocimientos avanzados en psicología o ingeniería, era tan sólo una prostituta
de lujo que se había hecho famosa por llegar a sus clientes a los límites del
placer.
La primera vez que Carmen pisó el laboratorio se extrañó del
lugar, pero había tenido clientes que la habían citado en sitios aún más
extraños. Cuando Marco le pidió que se colocara un casco con cables sobre la
cabeza también se extrañó, pero había tenido clientes aún más fetichistas. El
resto del trabajo fue más rutinario, pero de todas formas bastante raro. Marco
colocó en su propia cabeza otro casco idéntico al suyo y después fornicaron
como bestias salvajes durante media hora. Marco la tenía grande y dura y era un
amante experto, pero la mirada experta de Carmen descubrió algo extraño en su
rostro mientras follaban. Parecía notar el placer más que nadie y parecía
conocer las zonas erógenas de Carmen como ningún amante que hubiera tenido
antes. Incluso intuía las posturas que la hacían sudar de puro goce. Hacía
muchos años que Carmen no había tenido que fingir un orgasmo en su trabajo y
con Marco no tuvo que hacerlo porque todo era real e intenso. Pero lo que más le
extrañó fue la cara de placer del mismo Marco, esas muecas de goce absoluto que
sólo había conocido trabajando con lesbianas. Todo era muy extraño.
La sesión terminó y Carmen se levantó sudosa de la cama. Mientras
tanto Marco se quedó descansando con la respiración agitada como si hubiera empleado
el doble de esfuerzo y el doble de tiempo del que había contratado. Con
dificultad se levantó y le pagó a Carmen haciéndole prometer que volvería al
día siguiente porque el experimento debía continuar e iba a disfrutar emociones
como los que nunca había sentido. “Eso me lo dicen todos” respondió
Carmen y se marchó.
Al día siguiente retornó y cuando se colocó el caso con
cables, Marco le dijo: “Esta máquina convierte en impulsos
eléctricos los sentimientos de una persona y los transmite al otro casco para
que se descodifiquen en el cerebro del portador y se coordinen con sus ondas neuro-cerebrales” Carmen lo miró con extrañeza, no entendía lo que
decía “Si te pones este casco sentirás lo mismo que
yo siento, y yo sentiré lo mismo que tú sientes. Cuando volvamos a follar vamos
a tener orgasmos femeninos y masculinos al mismo tiempo. Te prometo media hora
de placer como nunca has gozado”
Fue media hora extraordinaria. Carmen gozaba de la habitual
intensidad de su cuerpo al hacer el amor, pero al mismo tiempo sentía
explosiones de puro placer en la entrepierna. Podía notar como acariciaban sus
pechos y al mismo tiempo experimentaba el goce de tener unos dedos ajenos que
acariciaban sus propios pechos. jugó con su lengua en la boca de Marco y percibió
el sabor a fresas de su propia saliva mientras la tragaba con la garganta de
Marco.
Era maravilloso.
Cuando terminó la sesión no quiso cobrarle a Marco. Nunca en
la vida había disfrutado algo tan maravilloso e intenso. Y se le iluminó una
gran sonrisa cuando Marco le pidió que volviera al siguiente día porque iban a
subir al siguiente nivel en la intensidad del experimento y por tanto del
placer.
Que inusual mente sexy Carmen cada uno siente lo del otro
ResponderEliminarHace unos meses escribí un cuento con el guión de esta serie de caps. Me parecía una idea extraordinaria, de las mejores que he tenido para hacer historias y estaba muy orgullosa del resultado. hasta que alguien me dijo que existe una peli de principios de los 80 que trata el tema. Busqué la peli en internet y me quedé completamente decepcionada. El guión de la peli es muy muy parecido a mi cuento, así que tuve tirar mi novelilla a la papelera.
EliminarAhora estoy intentando adaptar el guión de mi cuentecillo a una serie de caps de cambio de cuerpos y modalidad TG.
Lo que no sé es si sabré desarrollarla adecuadamente con tan poco espacio para escribir como son tres caps, pero ya que no me vale el guión para un cuento espero que me valga para mi blog de caps..
Aviso Importante:
La última cap, que es dónde exploto del todo la idea tiene muy poco que ver con el cambio de cuerpos, bodyswap o el movimiento TG.
Espero que nadie se sienta ofendido porque en esa cap hay mas ideas que sexo TG y me eche la bronca como hizo con el bueno de Oswaldo
Aviso para no tener problemas como los que tú has tenido Oswaldo.