Me sentía agotado. Pensaba que no merecía la pena seguir
buscando.
Había malgastado más de cinco años recorriendo el país de
arriba a abajo. Había visitado, ciudades, pueblos y aldeas. Había estado en
bares, bibliotecas y mercados. Había preguntado a conocidos y extraños. Y todo
había sido inútil.