A la hora de contar una historia siempre he tenido el problema de escoger entre el punto de vista del ladrón de cuerpos y de su víctima, en este cuento he intentado usar los dos de forma simultánea.
Espero que os guste y un saludo
1
Hace tiempo que no duermo bien.
Tengo la extraña sensación de que algo me vigila, me persigue, me acosa y cada vez está más cerca.
En la oscuridad no puedo verla. Pero la oigo arañar las paredes mientras se arrastra por el suelo de mi dormitorio.
Enciendo la lamparilla y allí no hay nada.