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Es maravilloso sentir como vibra el violín entre mis manos. Esa vibración era lo que había causado que cambiara de cuerpo con Carmen Sanz. Ella era una intérprete muy sensible y su cuerpo parecía el de una diosa cuando se estremecía acariciando el violín mientras tocaba música.
Ahora lo siento yo, y noto como la música fluye por mis venas. Es una maravillosa sensación comprobar cómo se coordinan mis dedos con el ritmo y como voy invocando la música que surge del violín y la escucho con mis oídos. Bueno, con los oídos de Carmen.
Yo siempre había admirado a los músicos. El gran deseo de toda mi vida era poder hacer música, tener la capacidad de coger un instrumento y tener la habilidad de hacerlo sonar y que disfrutara la gente que me escuchaba.
Pero tenía manos torpes y dedos cortos, era incapaz de hacer sonar rítmicamente un instrumento.
Yo sentía como la música llenaba mi espíritu, y hacía palpitar mi corazón cada vez más lentamente. Noté como mi mente se serenaba y mis ojos se iluminaban con extrañas luces. De pronto me di cuenta que esas luces no las estaba viendo, las estaba sintiendo, tampoco escuchaba la música, palpitaba con ella y flotaba en el aire que la llevaba. Mi espíritu estaba siendo transportado por la música, flotaba como mis dedos recorriendo el mástil y con la velocidad de mi brazo derecho moviendo arriba y abajo el arco del violín. Noté como el pelo sudoroso rozaba mi frente, mi cuello y mi espalda. Y sentí como mis manos presionaban las cuerdas haciendo nacer la música.
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Entonces supe que había pasado. Había cambiado de cuerpo con Carmen. Agotado terminé la interpretación. El público se puso en pie aplaudiendo y aclamándome. Con amplios movimientos de mi cabeza saludé al público y con curiosidad me acerqué a Carmen Sanz.
Ella me saludó afectivamente y me dijo que yo era la mejor solista que nunca había escuchado y que su sueño era poder interpretar una partitura con mi habilidad. Admitía que era muy difícil porque tenía las manos poco hábiles y los dedos cortos. Le dije que debería seguir ensayando, porque la música es magia y cumple todos los deseos.
Me retiré a mi camerino y me dediqué a ensayar porque mañana tengo una nueva actuación y debo seguir haciendo magia con la música.
En algún punto cualquiera sueña con Ser músico yo mismo lo he soñado tomar él cuerpo de una hermosa cantante con su melodiosa voz a si que te aplaudo 👏👏👏👏👏
ResponderEliminarTodos hemos soñado con hacer mísica. La capacidad de hacer música es como la capacidad de ser madre, es crear algo nuevo de la nada. Y que mejor forma que tomar el cuerpo de alguien que lo hace a la perfección y ahorrarnos el conservatorio
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