Carlos empujó el baúl y me ayudó a abrirlo. Dentro de él se escuchaban quejidos y algo que se agitaba frenéticamente.
Mientras abría la tapa sonreí satisfecho porque sabía lo que
era
Era el mejor regalo que un amante podría recibir de su amada.
Su cuerpo y su vida encerrado en un solo paquete, en una
caja de madera y dispuesta para ser usada. Carmen, sin duda me amaba y yo
también la amaba.
Dentro de la caja el cuerpo de Carmen se estremecía
asustado, con los ojos desorbitados mientras me miraba con horror.
La pasé la mano por el pelo, le acaricié el rostro para
tranquilizarla y le dije. “No te preocupes, pronto
estarás muerta”
Carlos, que siempre había deseado a Carmen la contemplaba
con ternura y con la voz suave de un enamorado me dijo:” ¿No te parece la
criatura más bella de este planeta?”
Yo moví la cabeza afirmativamente, orgulloso de que Carmen
me hubiera entregado el regalo más maravilloso que nunca se hubiera hecho.
El amor que sentía por Carmen era tan grande que necesitaba
tranquilizarla. No quería que tuviera un solo segundo de duda sobre mi
agradecimiento y respondí: “No te preocupes, Carmen,
la muerte de Carlos va a ser rápida e indolora. Te prometo que la agonía apenas
va a durar unos segundos”
El cuerpo de Carlos me miró feliz. Le había conmovido su
corazón y me besó en la boca. “Muchas gracias, no esperaba menos de ti”
“Es el momento” le dije.
Y cogiendo el gran cuchillo sagrado corté la vena yugular de
mi cuello. Un gran chorro de sangre manchó mi ropa y empapó el cuerpo de Carmen
dentro de la caja. Mientras tanto Carlos me daba un gran beso de despedida.
Noté como bebía mi sangre y como absorbía mi energía vital y mi alma. Luego se
puso de rodillas, agarró a Carmen por la cabeza y volvió a besarla. Sentí como
mi alma viajaba por su cuello hasta su boca luego entraba en la boca de Carmen
y bajaba lentamente por su cuerpo adueñándose de todos sus músculos y
controlando su energía vital.
El cuerpo y la vida de Carmen eran mías, mientras tanto
Carlos volvía a besar a mi antiguo cuerpo y escuchaba como agonizaba y moría a
los pocos segundos con el alma de Carlos dentro de él.
Las manos ágiles y fuertes de Carlos me desataron y pude
ponerme en pie. Esta vez el beso fue de amor, de auténtico amor. Un beso puro
como la vida de Carmen y sincero como la muerte de Carlos. Mi mujer, mi amada,
mi adorada Carmen me había regalado su cuerpo para que fuera su amante y ella vestía
el cuerpo de Carlos para que yo sintiera el amor puro y sincero que Carlos
siempre sentido por ella y que ahora ella en su cuerpo masculino sentía por mí.
Estaba feliz, era el mejor regalo del día de los enamorados
que una amante podía recibir de su amado.
trata de cambiar el estilo en la imagen, no se alcanza a leer bien, sé que el texto por eso mismo lo pones abajo pero al menos yo nunca leo el texto por aparte si ya lo colocaste en una imagen
ResponderEliminarGracias por el aviso, stronger.
Eliminarya he solucionado el problema y muy agradecida por avisar.
Una historia dé amor mira nada tú lado romántico está debió salir él 14 dé febrero hubiera estado mejor no crees 😄
ResponderEliminarFue una petición para el 14 de febrero, pero no se me ocurría nada.
EliminarPor eso me he retrasado tanto, espero que le guste al solicitante.
Gracias por comentar, Oswaldo